lunes, 10 de septiembre de 2012

malos profesores


Malos profesores y pésima educación

En un reportaje de Nayhelli Roldán publicado en Milenio el pasado sábado resalta la escasa o nula preparación de los profesores; me niego a llamarlos maestros. Maestro es aquel individuo que después de haber terminado una licenciatura donde invirtió entre cuatro y cinco años de su vida, siguió estudiando un par de años más y tras haber creado un documento original de investigación, obtiene el título de maestro. Luego tendrá que seguir un par de años más y plasmar una verdadera investigación para llegar a ser Doctor. Lo que me inquieta sobremanera: el mencionado reportaje da unas cifras escalofriantes para el sistema educativo nacional. 39 por ciento de los alrededor de millón y medio de profesores que hay en el país reprobaron el Examen General de Conocimientos para Educación Primaria del año pasado. Esto quiere decir que cuatro de cada diez profesores no tiene la capacitación mínima para ejercer la docencia, sin embargo siguen al frente de sus alumnos. Bueno eso no es noticia, lo opuesto lo sería. Tanto las normales públicas como las privadas tuvieron magros resultados y no parecen que vayan a mejorar.

La prueba aplicada a los futuros profesores consta de 200 reactivos donde 51 por ciento de los alumnos de las normales públicas contestaron correctamente tan sólo entre 0 y 118 reactivos. En otras palabras lo reprobaron. Aun siendo estudiantes de sexto semestre de la carrera de la licenciatura en educación prescolar sus herramientas cognitivas y su desarrollo de habilidades distan años luz del mínimo requerido para sacar a México del tobogán educativo en que se metió.

El Presidente dio el banderazo de salida para la aplicación del Examen Nacional de Logro Académico en los Centros Escolares (ENLACE) que se aplicará a más de 15 millones de niños y adolescentes. Entre los varios exámenes para evaluar el desempeño de los niños de primaria y adolescentes de secundaria están la evaluación internacional PISA y la nacional ENLACE. En ambas los resultados arrojados por nuestros educandos son francamente deplorables. Qué si no toman en cuenta el ámbito rural contra el urbano; que no es lo mismo ser maestro  Malo, Suecia que en Ixtlahuaca, México; que si implementar media hora de educación física les resulta imposible porque el currículo no puede cambiar, etc. etc.

En base a los resultados obtenidos por los profesores, dudo mucho que los resultados de los alumnos sean algo de lo que se deba escribir a casa. Los resultados de los últimos años nos muestran una crónica incapacidad de los mentores por mejorar sus habilidades profesionales. El examen tomo como ejes las materias de español y matemáticas y, por ser el 2010 un año de egregios y fastuosos festejos por los centenarios que celebramos, se incluirá historia. Espero con ansia los resultados para corroborar el nulo conocimiento histórico que manejan nuestros educandos.

Seguimos privilegiando la memorización sobre la comprensión y aplicación de los conocimientos adquiridos. Nuestros “maestros” con trabajos logran leer y menos escribir. Para ello sólo es necesario leer algún oficio escrito por algún normalista perteneciente al SNTE o su bizarro hermano menor, el SMSEM, para atestiguar la nula sintaxis y paupérrima semántica que usa. No es gratuito que la ignorante y depredadora lideresa del gremio magisterial a nivel nacional no conozca el lema de la UNAM y le cueste enorme trabajo pronunciar palabras de más de tres sílabas.

Ahora resulta que, si los inefables profesores hacen su trabajo por el cual ya les pagamos con nuestros impuestos, los vamos a gratificar con bonos si sus alumnos logran incrementar sus evaluaciones. ¿Por qué no descontamos 50 por ciento al salario y lo reducimos a la mitad para ese ejército de vividores analfabetas funcionales cuando los alumnos a su cargo no logren los mínimos requeridos para pasar? Porque yo no entiendo esa lógica, pues el mensaje es nefasto. Aún sin realizar el trabajo para el que les pagamos y que a todas luces no llevan a cabo, ahora los vamos a premiar por ello. ¡La patente de corzo en todo su esplendor! Somos un país donde la mediocridad y la pereza son recompensadas por la sociedad. ¡Así queremos salir del atolladero educativo en que nos metieron una institución, la SEP, y un sindicato, el SNTE! Si en realidad queremos salir avante y tener un pueblo pensante y lector cancelemos las prebendas que los “maestros” disfrutan sin merecimiento alguno y reconstruyamos el sistema educativo para crear seres críticos del país, involucrados con su entorno, capacitados para la competencia, innovadores para los usos de la tecnología, honestos con los valores sociales y democráticos, etcétera.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario